Primera ruta guiada del 2015
- Mara Escassi
- 13 ene 2015
- 2 Min. de lectura
Empezamos el año de la mejor forma, realizando nuestra primera ruta guiada de 2015. En los primeros compases del mes de enero y aprovechando la bonanza del clima, acompañamos a un grupo de amigos procedentes de Madrid, Galicia y Münich, con ganas de pasar un buen día en el campo y conocer algunos de los lugares donde desarrollamos nuestros proyectos como Fondo para la Custodia y Recuperación de la Marisma Salinera.


Comenzamos nuestra ruta en la Salina La Esperanza, situada en el término municipal de Puerto Real. Allí, recorrimos las dos partes que forman esta bonita salina; la Esperanza Grande y la Esperanza Chica, dando una charla explicativa sobre el funcionamiento de una salina tradicional y el proceso de cosechado artesanal de la sal marina virgen y la flor de sal.

También visitamos el estero y contamos in situ un despesque artesanal mediante redes. Durante toda la ruta muchas especies de aves nos ‘obligaron’ a parar en varias ocasiones para poder verlos bien a través de prismáticos y telescopios. Entre otros, pudimos disfrutar de chorlitejos, zarapitos, cigüeñas negras y espátulas.

Una vez finalizamos la ruta por La Esperanza, nos dirigimos a La Covacha, donde nos esperaban nuestros queridos mariscadores, Juan y Ricardo, “los Machaca”. Tras una agradable ruta por el Caño del Trocadero en barca, ofrecimos una pequeña explicación sobe el territorio, su historia y situación actual en la que trabajamos como ONG y emprendimos una ruta por sus senderos.


A lo largo de toda la mañana estuvimos acompañados-entre otras joyas aladas como zarapitos reales, pagazas piquirrojas, charranes patinegros y choritos grises-, por varias águilas pescadoras, que se movían ´descaradamente’ y pescaban delante de nuestros prismáticos. Parece que este rincón de la bahía gaditana es el lugar elegido por estas aves para establecerse y nosotros trabajamos para que lo hagan de la forma más cómoda y adecuada para ellas.


Durante la visita explicamos a nuestros amigos los trabajos de restauración que estamos llevando a cabo y algunos que comenzaremos en fecha inminente, como la transformación de la casa de aperos en un mirador desde donde poder disfrutar de la vista de este territorio y sus habitantes. Para despedirnos, un numeroso grupo de flamencos levantaba y tomaba el vuelo para deleite de todos, eso y una espectacular puesta de sol pusieron fin a un gran día, presagio del que estamos seguros será un gran año en la Isla del Trocadero.

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